domingo, 17 de junio de 2012

La sangre del Tiyu. Por Florencia Escudero (versión)

En aquel tiempo cuando se notaba la nueva existencia de los Tiyus (espíritus que protegían el cielo), los habitantes les ofrecían ofrendas para poder subir al cielo, llegado fuera el momento de cada uno. Pero entre ellos surgían diferencias y celos, ya que existían peleas debido a la cantidad de ofrendas que recibía cada uno. Eso en general dependía del lugar en el que habitaba cada uno y el tiempo que estaba.
Todo se desató cuando una mañana uno de los Tiyus más agresivos del grupo comenzó a agredir a otro. Esto ocasionó una fuerte pelea en cielo, provocando un cielo oscuro con gemidos. Así, duro la pelea varias horas mientras los habitantes de la tierra comenzaron a buscar lugares donde esconderse y protegerse, ya que intuían un final desastroso.
Mientras los Tiyus pelean durante horas, otros intentaban detenerlos. Pero era tan difícil combatir su fuerza en ese momento, que muchos se retiraron y solo esperaban que terminara esa pelea. Entre las agresiones con nubes y vientos, que ocasionaban para derribarse el uno al otro, uno de ellos decidió arrojarle una estrella filosa que tenía cerca. Esa estrella ocasionó la herida del Tiyu. Mientras el otro Tiyu festejaba su victoria, otros se lamentaban e intentaban curar su herida con pequeño trozos de nubes. Al curar las heridas, escurrían sus trapos de nubes hacia abajo. Dejando caer toda la sangre derramada de Tiyu.
Toda esa sangre caía de forma inmediata a la tierra, quedando mucha cantidad retenida en ciertos árboles, dando como fruto las manzanas. Esas manzanas significaban la vida derrotada del Tiyu.