Miles de años atrás, la tierra era seca, sin ninguna señal
de vida, ni verde, ni agua.
El dios Atlantis, vagaba en soledad por la tierra, sin nadie
que lo acompañara en su vida eterna. Hasta que un día se le ocurrió crear a
alguien para poder estar acompañado. Entonces, durante días que se hicieron
semanas, que se hicieron meses, estuvo buscando la forma de crear algún
compañero. Llegó un momento en el que pudo crear a su amigo, con el paso muchas
lunas. Sin embargo, Atlantis pudo observar que con el tiempo su amigo se hacia
mas débil y delgado, hasta que murió. Decidió entonces repetir la formula y
crear otro compañero. Pero también moría de la misma forma que el primero.
Atlantis lloró por años, sus lágrimas inundaron la tierra separándola
en grandes continentes. El agua que quedó, hizo crecer árboles y plantas en el
suelo. Entonces, el dios creó dos compañeros que pudieran alimentarse de los
árboles y beber sus lágrimas. Con el tiempo ellos tendrían hijos y habría
siempre vida en la tierra.