domingo, 17 de junio de 2012

El glaciar. Por Neyén Casola (versión)

En aquellos tiempos, antes de la llegada de los españoles a América , en la parte de lo que se conoce hoy como Santa Cruz en Argentina, había una pareja de jóvenes muy enamorados: sus nombres eran Lihué, que significaba vida y Mailén, que significaba "mujer poderosa". Pero lo malo que ocurría es que  ambos pertenecían a distintos pueblos. Y estos estaban enfrentados en una batalla por designar cuál de los dos dominaba al otro. Por lo tanto, sus habitantes tenían prohibido tener algún tipo de relación con los "oponentes". Es así que cuando se enfrentan los dos pueblos en la guerra murieron muchos combatientes, entre ellos estaba Lihué, quien al querer encontrarse con su amada fue herido con una flecha y cayó muerto sobre los pies de Mailén. Tal fue su tristeza, que lloró durante siete meses sin parar, invadida por el dolor. Todas sus lágrimas, al acumularse, formaron un gran lago sin fin. Cuando llegó el invierno todas esas lágrimas derramadas se congelaron, formando lo que hoy se conoce como el Glaciar Perito Moreno, masas de hielo eterno como el Lanín.