Quiero
una rosquilla. Me voy a trabajar pero primero quiero una rosquilla. Iré
a Krusty!! No tienen más rosquillas? Nooo! Marge dónde estás?! Ella no
me entiende, me dice que soy feliz porque la tengo a ella y a nuestros
dos hijos Bart y Lisa. Ah y la bebé. Ay si como no! Soy un hombre feliz y vivo en el castillo de la felicidad, rodeado de mucha gente feliz!
Me fui a la planta a trabajar y cuando me desperté de mi siesta diaria, fui a buscar una rosquilla y no había.
De
repende sentí que se me dificultaba respirar, los pulmones de me
achicharraban y el sudor corría por mis manos. De mi boca solo se
desprendieron las palabras "sálvame Jesús!!!"
En
ese instante apareció el mismísimo diablo en persona y lo más
terrorífico fue que tenía el aspecto de Flanders; mis sospechas se
confirmaron cuando dijo "hola Homero! soy el diablijirijillo, buscas una
rosquilla?"
Solo me pidió mi alma a cambio de todas esas sabrosas rosquillas, mmm. Le dije que sí y se fue, dejándome lo acordado.
Luego
de unos días volvió a mi casa y frente a mi familia quiso llevarse mi
alma al infierno. Por suerte Marge pudo demostrarle al diablo que ella
es la dueña de mi alma gracias a una foto con mis palabras atrás
regalándosela.
Así, el diablo se fue pero convirtió mi cabeza en una rosquilla. MMM rico soy.