En
aquellos tiempos Mar del Plata se asentaba como la ciudad más
elegida por Buenos Aires, por su belleza arquitectónica y demás. Uno
de los lugares más atractivos y misteriosos en el Torreón del
Monje. Construido hacia
comienzos del siglo XX por el Padre Ernesto Tornero, perteneciente a
la Orden de los Calvos, asentada por esos tiempos en la actual Laguna
de Padres.
Allí vivía una
tribu de indígenas donde sobresalía la belleza
de la india Mariña. Un soldado que custodiaba la Torre costera
llamado Alvar Rodriguez se había enamorado de esta bella
mujer, pero había un problema, el padre de Mariña el
cacique Rucamará se oponía a que estén juntos.
Tanto
era el amor de Alvar por ella, que decide secuestrarla y llevarla
hacia la torre con él. El padre enfurecido con lo que había pasado
decide ir junto a su tribu galopando en sus caballos a rescatar a su
hija.
En
una pelea por ver quién se quedaba con Mariña el cacique y el
soldado luchan durante varias semanas hasta que finalmente Alvar
decide asesinarla a ella y arrojarse al mar. El padre,
desesperado, decide volver a su aldea con el resto de la tribu.
En
las noches de luna llena en la Torre se escuchan el galope de los
caballos enfurecidos y se puede observar en lo alto de la Torre el
fantasma de Mariña.