viernes, 18 de mayo de 2012

Eureca, la reina del oro. Por Lucas Muñoz

            En tiempos muy pasados, antes del descubrimiento de América, habitaba una pareja muy importante de los pueblos originarios; sus nombres eran  Broncini y Metulia, ella era la reina del metal y el era el rey del bronce. Eran muy felices juntos y con el pasar del tiempo decidieron casarse.
              En la tribu una mujer empezó a predecir el futuro y, con tanta fama que llegó a tener la misma, decidieron ir. Al terminar la sesión, se enteraron que iban a tener dos hijos, una niño y una niña. El se iba a llamar Cobracio e iba a ser el rey del cobre, ella se iba a llamar Eureca e iba a ser la reina del oro.
              Al poco tiempo de saber eso, tomaron la decisión de tener un hijo, el que nació fue Cobracio, el rey del cobre. El muchacho creció, a los 23 años formó pareja con Cheque, la hija del jefe de la tribu. Al año de estar de novios tomaron la decisión de viajar en busca de un nuevo territorio, con más privacidad, y encontraron un lindo lugar a ciento veinte kilómetros de su casa. Fue entonces cuando luego de medio año de vivir alejados de su familia, consideraron tener un hijo y lo pudieron hacer. Pensando qué nombre elegir para su primer hijo a Cobracio se le ocurrió ir con su familia a pensar todos juntos. Así fue, pero cuando llegaron, vio que iba a tener una hermana y que se iba a llamar Eureca e iba a ser la reina del oro. Llegó el momento de que su familia se enterase de que estaba embarazada su novia, lo hicieron y luego de un rato de pensar el nombre, llegaron a la conclusión de que se iba a llamar Rompi, eL plano. La familia se agrandó, vivieron felices durante mucho tiempo y así se creo Eureca, la reina del oro.