jueves, 16 de junio de 2011

Un reino hechizado. Por Julieta Ordoqui

En un reino vivía una hermosa damisela. Su padre era el rey y ella seguramente cuando creciera iba a ser princesa.
La hermosa damisela se llamaba Lucí. Y ella era amable con todas las personas. Por el contrario, su hermanastra Beatriz era malvada. Esta era una persona desagradable y odiaba a los demás.
Su padre el rey llamado Queler. Éste le dijo a su hija que tratara bien a las personas. Beatriz se vengó de su padre y de su hermana de una forma u otra. Primero a su hermanastra la hechizó, cuando llegara la noche Lucí se convertiría en monstruo. Para borrar el hechizo un joven la tenía que mirar a los ojos y verla a ella por dentro como era en realidad. A su padre, en fantasma, pero no cualquier fantasma sino uno que se desvanecería cuando se cumplieran los 12 días y moriría. Una mañana clara como la nieve, Lucí fue al pueblo, a rescatar esperanzas, por que de noche seria un monstruo. Salió a ver la luz del día y se vio con un hermoso caballero que vendía perfumes, los cuales a Lucí le gustaban. En ese momento, el joven Jack le obsequió un perfume y se lo roció por las mejillas. Al instante la invitó a salir. Eran las 8 de la noche y ellos estaban en el pasto viendo la luz de la luna sobre el mar. Eran las 11:55 y quedaban 5 minutos para que el hechizo sucediera. Se hizo la hora y quiso salir corriendo, pero Jack la tomó de la mano y le dio un beso... de repente era un monstruo. La vio a los ojos y Lucí preguntó a Jack por qué no la soltó y él le respondió: "no quería dejarte ir". La malvada Beatriz se esfumó por que el hechizo se había roto.

Fin