jueves, 19 de mayo de 2011

Las dos mitades. Por Malen Gil


Las hojas caían de los arboles indicando que llegaba el otoño, el frío comienza a instalarse en las calles de Pretoria y el sol se iba disipando poco a poco. Remedios lloraba, como cualquier bebé en los primeros instantes de su vida. Lloraba, solo por ese motivo que lloran todos cuando nacen, sin saber que los latidos del corazón de su madre se iban apagando poco a poco. Así es como el 2 de Mayo de 1935 llegaba una vida llevándose otra en la familia Molinero.  
En ese mismo instante al otro lado del mundo en la ciudad de Noatak, ubicada en Alaska, nacía Dolores, después de nueves meses de espera estaba junto a su familia, en realidad con su mamá, la única persona que la iba a cuidar, proteger, y acompañar en su camino. Cuando la vio, la alegría estallo en cada rincón de su cuerpo. Era tan hermosa como había soñado, sus ojos abiertos y grandes de color miel, sus piel clarita, ni muy blanca, ni muy oscura, sus labios color rojo como la sangre, y su pelo dorado que apenas se le veía, era perfecta.
Dolores era la vida entera de aquella madre que estallaba de felicidad. Desde que la tuvo en sus brazos prometió no soltarla ni un segundo, y resguardarla  toda su vida. Sin saber lo que le esperaba el día de su cumpleaños número dieciocho, el 2 de Mayo de 1953.
Esas jóvenes que habían llegado al fin de su adolescencia, no tenían ni idea de que el destino las iba a cruzar, para ser más específicos, su alma era el espíritu que las unía.
Amparo venía construyendo su plan hacia más de 18 años. Tenía en claro su objetivo, pero antes que nada tenía que encontrarlas, y luego una tarea más difícil: unirlas.
Una vez que localizó a cada una, en su respectiva ciudad, empezó a elaborar el segundo paso: acercarlas.
Lo primero que decidió fue que tenía que juntarlas en Pretoria, ya estaba Remedios allí, así que solo debía de alguna forma trasladar a Dolores y por ende a su mamá, Consuelo.
Después de dos meses de altercados, Amparo logra reunir a estas dos jóvenes en Street, donde se ubicaba la facultad a la que iban ambas.
Hasta el momento su plan iba a la perfección, ella se camufló como profesora en letras, y así pudo ir investigando poco a poco a estas muchachas. Estuvo meses en esta fase. Se acercó a ellas, consiguió información  y les inspeccionó  hasta el más mínimo detalle. A la vez, continuaba elaborando su plan, nada podía salir mal.
Al fin, llega el 2 de Mayo. Las chicas no se presentaron en la facultad, acción que le alteró  a Amparo su proyecto. Sin embargo, para ese entonces todo tenia solución.
Primero debía ir en busca de Dolores y Consuelo, sabía dónde se estaban alojando y al no conocer demasiado la ciudad le iba a ser más fácil distraerlas y poder llevarlas consigo. Casi sin complicaciones ni retraso, logra raptar a estas dos mujeres y llevarlas al galpón que había preparado para esta ocasión.
Ahora le faltaba llevar a Remedios a aquel lugar. El proceso fue más costoso, debido a que no se encontraba sola ni en un lugar especifico, pero consiguió retenerla igual.
Una vez que las unió a las dos. Comenzaba la tercera parte de su plan. Ella estaba satisfecha, todo salía excelente.
Remedios y Dolores se vieron y al instante se conocieron. Iban juntas al instituto. Se observaron mutuamente una a la otra, con miles de preguntas en la cabeza,  ¿qué hacían ellas dos allí? ¿por qué ellas y para qué?, entre tantas otras.
Pero lo primero que notaron ambas es que eran completamente distintas. Nunca habían reparado en semejante "detalle". Dolores miraba a Remedios, una y otra vez, pero no encontraba un punto de comparación en donde al menos fueran similares.
Remedios tenía el pelo negro, bien negro,  su piel morena permitía que resaltasen sus ojos achinados verdes. Nada en común con aquella chica de melena dorada. Sin embargo esta se quedó asombrada por la belleza de la otra.
Mas allá de las diferencias que tenían entre ellas, se llevaban muy bien. Amparo ya había advertido este dato, era obvio que alguna clase de química entre ellas tenía que haber.
Las mantuvo encerradas a estas dos muchachas por una semana allí dentro. Alimentándolas, lo justo  y necesario pero sin darles ningún tipo de información, solo pistas que Amparo había dejado intencionalmente en el lugar, para ver si lograba obtener algún tipo de información.
Las chicas fueron comprendiendo de a poco, que algo las enlazaban y que su alma tenía mucho que ver, pero no lograron brindarle nada de información a Amparo, motivo por el cual, ésta decidió ejecutar su próximo parte del plan.
Empezaron los preparativos, y rápidamente las adolescentes se dieron cuenta que se acercaba su final. La primera era Remedios. Esta había comprendido mucho más que su "otra mitad" la razón por la que estaban ahí, entonces antes de que Amparo procediera, se mató.
Amparo con toda una sensación de odio, bronca, repugnancia, fastidio, y todos los sentimientos que se le cruzaron salió despedida de aquel galpón. Su plan había fallado. 18 años de preparación, los 365 días, para que se lo arruinaran.
Mientras tanto Dolores se quedo ahí, mirando la imagen muerta de aquella chica, que era su alma gemela, mitad, en fin para ella algo parecido como una amiga, aunque todavía no lograba entender nada.
Investigando, pensando, y remplanteándose cosas, dedujo por qué se había suicidado Remedios. Porque Amparo necesitaba de las dos para suprimir su alma. De las dos vivas. Sin una, todo estaba perdido.
Así es como hoy, 2 de Mayo de 1954, Dolores no logra sacarse las imágenes de la cabeza. Un año sin sentido para ella. No hablaba con nadie, se aislaba, apenas comía, etc. Su madre preocupada por el ritmo de vida de ésta, quiso llevarla a un psicólogo o médico, pero no lo logró. Así es como pasaron un año de sufrimiento, la hija shockeada y con un gran sentimiento de culpa por lo que había ocurrido, porque una persona con la que apenas se estaba conociendo y que parecía que iban a ser grandes amigas, se mata para salvarla a ella, y su madre porque juró cuidarlay protegerla a la hija cueste lo que cueste  y no lo logró.
Dolores, sabiendo que estaba cometiendo un error muy grande, pero aliviada porque luego no iba a poder ver las consecuencias, sabiendo que estaba defraudando a Remedios,que había dado su vida por ella, pero justificándose con la idea de que así no podía vivir más, se suicida.
Así es como quedó Consuelo, desgarrada en el piso, al lado de su hija muerta, llorándola para toda su vida.