Querido
amigo, querido Axolotl, querido compañero! Perdóname por haber
dejado de ir a visitarte al acuario, comprendo que una carta no
justificara mi error, pero creo que desde que comenzaron mis visitas
hacia tí, algo dentro de mí comenzó a cambiar... Ya no demuestro
tanto interés por lo que antes me apasionaba: familia, amigos,
amores, sino que me la paso pensando en lo extraordinaria que puede
llegar a ser tu especie, en cómo logran ubicarse con su tamaño en un
espacio tan reducido, la tranquilidad que transmiten, no solo a mi
persona sino también entre ustedes, la fascinación que me produce
su forma física, sus aletas, sus colas, su forma de moverse...
Sonará extraño, pero en ocasiones -y con el tiempo fue más
frecuente- sentía la extraña sensación de que ya no era yo, sino
que era uno más de ustedes... sentía correr el agua por mi cuerpo,
mas allá de que estuviera del otro lado del vidrio, sentía esa
tranquilidad que solo un verdadero axolotl lograría sentir. Estos
transes en un principio fueron extraños, pero con el tiempo
comenzaron a agradarme, llegando al punto de querer ser uno de
ustedes, sin importar mi vida o las consecuencias que esto produciría.
Por este motivo, decidí dejar de ir a visitarte, mis pensamientos
están revueltos y no logro identificarme. ¿Soy humano o soy un
axolotl atrapado en el cuerpo de un humano? Son dudas que aún no
logro responder, y fielmente creo que si los avistamientos hacia tí
hubieran continuado, solo lograría confundir más a mi persona, al
igual que a mis pensamientos.
Prometo que apenas estos conflictos internos se aclaren volveré al acuario, volveré a visitarte y a acompañarte como tú lo haces todas las tardes cuando no encuentro con quién debatir mis conflictos... Prometo que todo volverá, pero déjame tiempo para lograr aclarar mis ideas, mis pensamientos, bríndame tiempo para volver a ser yo mismo y así continuar con la buena relación que solíamos tener.
Te lo reitero, esta situación no significa un adiós, tan solo un hasta luego...
Te saluda atte., tu queridísimo amigo!
Prometo que apenas estos conflictos internos se aclaren volveré al acuario, volveré a visitarte y a acompañarte como tú lo haces todas las tardes cuando no encuentro con quién debatir mis conflictos... Prometo que todo volverá, pero déjame tiempo para lograr aclarar mis ideas, mis pensamientos, bríndame tiempo para volver a ser yo mismo y así continuar con la buena relación que solíamos tener.
Te lo reitero, esta situación no significa un adiós, tan solo un hasta luego...
Te saluda atte., tu queridísimo amigo!