Era un día muy especial para Cindy: se preparaba para el casamiento de
su hermana Yamila y de su Cuñado Alexander. Se estaba preparando Yamila, cuando Cindy vio
que tenía unas joyas muy lindas y valiosas que ella quería para sí.
Llegó la noche,
las mujeres llegaban con vestidos muy valiosos y los hombres con trajes de un
alto valor económico. Mientras, esperaban a los novios, todo iba bien, hasta
que llegó la hora de cortar el pastel y entonces hubo un apagón de unos cinco
minutos, que valieron para que pudieran matar a Camila y robaran sus joyas.
Llegó la policía y tomaron como sospechoso a su hermana Cindy, su prima Ester y
su otra hermana Micaela.
Después de la noche trágica designaron como ayudante del
detective a su madre Isabel.
La principal sospechosa era su hermana Micaela, según su madre,
por el hecho que era muy envidiosa.
Llego una carta del dueño del salón de fiestas que decía que él
sabía quien había matado a la novia, pero quería una gran recompensa. Se
encontraron en un café, le pagó la recompensa y este le dijo quién había matado
a Camila, había sido… su prima Ester.
Finalmente, confesó que la había matado por el
hecho de que se quería poner de novia con Alexander y matarlo para después quedarse
con su herencia.