lunes, 19 de septiembre de 2011

Un montón de ideas

18 de Agosto.

A primera vista, no parece ser una fecha con nada interesante en particular. Sin embargo, ahora resulta bastante significativa para mí. Hace exactamente un año decidí publicar una de las primeras cosas que escribí. No soy un escritor en serio, ni me acerco, pero este lenguaje me permitió expresarme mucho más de lo que lo había hecho en mucho tiempo.

De alguna forma, al plasmar en palabras algunas confesiones, reflexiones, experiencias, ideas o lo que sea, que muy pocos o nadie conocían de mi, empecé a ser más libre en mi vida cotidiana. Es curioso, y parece mentira, pero de alguna forma el escribir no sólo me deja estar inmerso de a ratos en algún mundo creado por mi imaginación, sino también estar inmerso con más seguridad en el mundo real, que de a poco toma más color y sonrisas. Si bien añoro ciertos momentos en particular, y a pesar de que no dejó de ser un año difícil, como tantos otros, creo que este último año fue el más feliz (hasta el momento) de mi corta vida.

¿Por qué escribo? Escribo porque me hace bien, porque me gusta. Sirve muchísimo para descargar ciertas emociones, para demostrar sensaciones que suele costar describir de forma sencilla. Y de yapa, quizás, y solo quizás, lo que escribo puede llegar a serle útil a alguien que lo lea. Vuelvo a decir, no pretendo ser un escritor. Pero así como no hace falta ser chef para disfrutar de cocinar o comer, creo que no hace falta ser escritor para disfrutar de escribir o leer. Simplemente soy alguien que va madurando de a poco un pasatiempo, si se quiere, que sirve a todos los fines como medio de expresión. Pero estoy contento de animarme a hacerlo.

Escribir y leer son, creo yo, dejarse llevar por ciertos anhelos de nuestra mente y corazón, que se funden maravillosamente con experiencias de la vida real y alguna que otra linda sensación. Es levantarte con el pie izquierdo o irte a dormir malhumorado, y despertarte con el canto de unos pájaros en un campamento o acostarte escuchando la música que más te gusta, todo al mismo tiempo. Es encontrar mil imágenes para una palabra y dibujar con mil palabras una imagen que no pensábamos posible traducir. Es estar en más de un lugar al mismo tiempo: en tu cama, sillón, playa o balcón, y en un desierto del futuro, una ciudad del pasado, o un mundo fantástico sin tiempo. Es recrear esa situación, dolorosa o dichosa, que nos marcó la vida, y la oportunidad de darle un final feliz, si así lo queremos. Es dejar de lado los miedos para atreverse a saltar sin paracaídas o correr por una sierra con los ojos cerrados. Es inventar arco-iris con una mirada y despejar una tormenta con una sonrisa. Es tomar mates y charlar con ESA persona. Es decirle a tu familia (amigos incluidos) que sos quien sos por ellos. Puede ser tan sólo perderse en un montón de ideas, o puede ser, sobre todas las cosas, descubrirse a uno mismo.