jueves, 8 de septiembre de 2011

Don Quijote y Sancho Panza. Por Julieta Génova

 Ese día, Alonso estaba mirando a su amada Aldonza, pensando en que ya era lo suficientemente mayor para estar con ella, que era mucho más joven que él. También pensaba en que el tiempo que le quedaba se le iba de las manos, que en ese momento no podría hacer lo que no había hecho antes. Al verlo así su amigo y vecino Sancho Panza lo animó a pensar en que lo que decía no tenía que ser así y Alonso se lo tomó muy en serio. Sancho Panza lo notó a su amigo medio raro, hasta le dio miedo de lo que hablaba y se fue. Cuando volvió a la casa de su vecino lo vio armando escudos y espadas con las cosas que tenía guardadas hacía mucho tiempo y le dijo: " Vas a ser el que me va a acompañar en todas mis aventuras, y ella -señalando a su amada Aldonza- va a ser mi Dulcinea. Yo  voy a ser Don Quijote ". Sancho se burló, pensaba que estaba loco pero lo acompaño igual, pensando en que nada raro iba a pasar. Primero velaron las armas, y después salieron en busca de las supuestas aventuras. Don Quijote tenía exceso de imaginación, y eso a Sancho ya le había empezado a preocupar. Al tratar de hacerlo entrar en razón a Alonso, de hacerlo entender que lo que estaba haciendo era algo fuera de lo normal, este se enojó y dejó a Sancho abandonado en el camino. Él siguió, ya lejos de donde se encontraba Sancho, se arrepintió y volvió a buscarlo, su amigo ya no estaba. Entonces siguió solo, pensando que Sancho solamente era una carga para él y que fue inútil el tiempo que perdió volviendo atrás, que así iba a ser más fácil su recorrido. Con su imaginación derrotó miles de gigantes y bestias y le resultó muy fácil terminar con sus vidas y creerse que era todo un caballero, un héroe. En realidad, no ayudó a nadie como para ser héroe, pero, como ya dije, es todo producto de su imaginación. Después de tantas batallas falsas, siguió caminando hasta el punto en el que ya no podía caminar de tanto cansancio. En ese momento apareció Sancho Panza y lo ayudó a volver a su casa. Alonso había pensado mal, creyó que Sancho iba a ser solamente una carga para él, pero resultó ser lo contrario. Y dijo: -"Nada de Don Quijotes, eso es solo una aventura que disfruté". Miró por la ventana y vio a Aldonza y le dijo a su amigo: -"Nada de Dulcineas tampoco, ella es solamente una campesina que no sabe ni mi nombre. Soy solamente un anciano y no voy a hacer nada más para cambiarlo".